La Union juvenil Cruceñista y el Comité pro Santa Cuz son organizaciones cívicas catalogadas por la izquierda boliviana como "neonazis" "fascistas" y de "extrema derecha"
La mayoria de los llamados "progresistas" se caracterizan por tener un bagaje cultural muy pobre, un conocimiento general muy limitado.
El Fascismo en Italia, el Falangismo en España y el Nacionalsocialismo en Alemania eran anticapitalista, antiimperialista y antiglobalista, y los tres gobiernos nacionalizaron las empresas en en sus paises en favor de sus naciones, los tres gobiermos expulsaron a la masoneria de sus paises por ser esta una organizacion intenacionalista que trabaja en beneficio de una elite financiera mundial y en contra de los intereses del pais en donde se encuentran.
El Fascismo y el Nacionalsocialismo no son "extrema derecha" son de Tercera Posicion, una posicion politica que se opone al marxismo y al capitalismo.
Sin embargo el Comite Pro Santa Cruz, una institucion financiada por empresarios pro capitalistas y pro imperialistas, una institucion cuyos miembros son mayoritariamente masones.
La Union Juvenil Cruceñista fue creada originalmente como un grupo juvenil de apoyo al Comite pro Santa Cruz y en defensa de Santa Cruz, pero al poco tiempo de su creacion fue infiltrada por masones y corrio la misma suerte que el comite pro Santa Cruz, que fue creado para la defensa del 11 % de las regalias petroleras de Bolivia.
Con el pasar del tiempo la UJC se convirtio en una agrupacion de jovenes desinformados en servicio del comite pro Santa Cruz, y el Comite pro Santa Cruz se convirtio en una institucion que no vela por los intereses del pueblo cruceño sino por el bien de sus financiadores, un puñado de empresarios y masones.
Empresarios cruceños traicionaron a Santa Cruz y junto con el gobierno del MAS quemaron los bosques de La Chiquitania para beneficio de unos cuantos mientras el Comite pro Santa Cruz miraba de manera complice.
Los miembros de la UJC y el Comite pro Santa Cruz no tienen idea de lo que es el Nacionalsocialismo, al igual que las personas de izquierda se creyeron las mentiras de hollywood, history Channel y otros medios oficiales, y de libros de las editoriales de dueños masones.
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